martes, 29 de diciembre de 2020

CALENDARIO 2021

Queridos hermanos en Nuestro Señor Orando en el Huerto y su Bendita Madre y Reina del Rosario.

    Cuando apenas quedan unos días para dar por finalizado este año horrible de 2020 y con nuestras oraciones puestas en que el año que estar por venir sea más fructífero.

    Nuestra hermandad, como bien sabes, ha estado realizado estos años atrás unos calendarios que eran puestos a su venta para colaborar con nuestra Bolsa de Caridad. Pero este año hemos querido que la aportación sea de nula y así os dejamos aquí el Calendario 2021 para que lo podáis descargar en vuestros ordenadores y si así lo queréis poder imprimirlo.

    Desde aquí queremos aprovechar para dar las gracias a los fotógrafos que nos han cedido desinteresadamente sus instantáneas para ilustrar el mismo, muchas gracias a D. José García Checa, D. Juan García Cuevas, N.  Hno. D. Antonio García Cruz, Daniel Chamorro Romero y N. Hno. D. Floren Fernández Parra.

    Os deseamos a todos que en estos días que se ha hecho realidad la llegada del Divino Salvador os colme a todos de salud, paz y bien. Y que la misma nos de fuerza, esperanza y con la Oración en el Rosario nos reconforte.

   Con los mejores deseos de la Junta de Gobierno ¡FELIZ NATIVIDAD DEL SEÑOR!







NON MEA VOLVNTAS SED TVA FIAT
REGINA SACRATISSIMI ROSARII, ORA PRO NOBIS!

domingo, 13 de diciembre de 2020

La vida es un don, la eutanasia un fracaso

  Cómo habrás podido escuchar hoy en la Santa Misa, se ha leído la nota de prensa de la Conferencia Episcopal Española a cerca de la ley de la Eutanasia, para nosotros la VIDA está por encima de todo y es un don que nos otorga Dios, y es Él quien decide el momento de rendirle cuentas.

  Por tal motivo, os dejamos aquí la nota de prensa para que la leas detenida:



Nota de la Conferencia Episcopal Española ante la aprobación en el Congreso de los Diputados de la ley de la eutanasia

1.- El Congreso de los Diputados está a punto de culminar la aprobación de la Ley Orgánica de regulación de la eutanasia. La tramitación se ha realizado de manera sospechosamente acelerada, en tiempo de pandemia y estado de alarma, sin escucha ni diálogo público. El hecho es especialmente grave, pues instaura una ruptura moral; un cambio en los fines del Estado: de defender la vida a ser responsable de la muerte infligida; y también de la profesión médica, «llamada en lo posible a curar o al menos a aliviar, en cualquier caso a consolar, y nunca a provocar intencionadamente la muerte». Es una propuesta que hace juego con la visión antropológica y cultural de los sistemas de poder dominantes en el mundo.

2.- La Congregación para la Doctrina de la Fe, con la aprobación expresa del papa Francisco publicó la Carta Samaritanus bonus sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida. Este texto ilumina la reflexión y el juicio moral sobre este tipo de legislaciones. También la Conferencia Episcopal Española, con el documento Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida, ofrece unas pautas clarificadoras sobre la cuestión. 

3.- Urgimos a la promoción de los cuidados paliativos, que ayudan a vivir la enfermedad grave sin dolor y al acompañamiento integral, por tanto también espiritual, a los enfermos y a sus familias. Este cuidado integral alivia el dolor, consuela y ofrece la esperanza que surge de la fe y da sentido a toda la vida humana, incluso en el sufrimiento y la vulnerabilidad.

4.- La pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad de la vida y ha suscitado solicitud por los cuidados, al mismo tiempo que indignación por el descarte en la atención a personas mayores. Ha crecido la conciencia de que acabar con la vida no puede ser la solución para abordar un problema humano. Hemos agradecido el trabajo de los sanitarios y el valor de nuestra sanidad pública, reclamando incluso su mejora y mayor atención presupuestaria. La muerte provocada no puede ser un atajo que nos permita ahorrar recursos humanos y económicos en los cuidados paliativos y el acompañamiento integral. Por el contrario, frente a la muerte como solución, es preciso invertir en los cuidados y cercanía que todos necesitamos en la etapa final de esta vida. Esta es la verdadera compasión.

5.- La experiencia de los pocos países donde se ha legalizado nos dice que la eutanasia incita a la muerte a los más débiles. Al otorgar este supuesto derecho, la persona, que se experimenta como una carga para la familia y un peso social, se siente condicionada a pedir la muerte cuando una ley la presiona en esa dirección. La falta de cuidados paliativos es también una expresión de desigualdad social. Muchas personas mueren sin poder recibir estos cuidados y sólo cuentan con ellos quienes pueden pagarlos.

6.- Con el Papa decimos: «La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos. La respuesta a la que estamos llamados es no abandonar nunca a los que sufren, no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza». Invitamos a responder a esta llamada con la oración, el cuidado y el testimonio público que favorezcan un compromiso personal e institucional a favor de la vida, los cuidados y una genuina buena muerte en compañía y esperanza.

7.- Pedimos a cuantos tienen responsabilidad en la toma de estas graves decisiones que actúen en conciencia, según verdad y justicia.

8.- Por ello, convocamos a los católicos españoles a una Jornada de ayuno y oración el próximo miércoles 16 de diciembre, para pedir al Señor que inspire leyes que respeten y promuevan el cuidado de la vida humana. Invitamos a cuantas personas e instituciones quieran unirse a esta iniciativa.

Nos acogemos a Santa María, Madre de la Vida y Salud de los enfermos y a la intercesión de San José, patrono de la buena muerte, en su año jubilar.

Madrid 11 de diciembre de 2020

FELICITACIÓN DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR 2020

Queridos hermanos en Nuestro Señor Orando en el Huerto y su Bendita Madre y Reina del Rosario.

Como es costumbre en nuestra corporación en este III Domingo de Adviento, Domingo Gaudete o de la Alegría, os enviamos nuestra Felicitación Navideña.

Os deseamos a todos que en estos días que estamos esperando la llegada del Divino Salvador os colme a todos de salud, paz y bien. Y que la ansiada llegada del Divino Salvador a nuestros hogares nos de fuerza, esperanza y con la Oración en el Rosario nos reconforte.

Con los mejores deseos de la Junta de Gobierno ¡FELIZ NATIVIDAD DEL SEÑOR!




NON MEA VOLVNTAS SED TVA FIAT
REGINA SACRATISSIMI ROSARII, ORA PRO NOBIS!

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Carta apostólica Patris corde con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia universal

Queridos hermanos y devotos en Cristo de la Oración y su Bendita y Pura Madre del Rosario.

   En el día de ayer, 8 de diciembre, en Santo Padre Francisco firmó mediante Carta Apostólica el decreto del Año de San José con ocasión del 150º aniversario de la Declaración como Patrono de la Iglesia, en el que será posible conseguir la Indulgencia Plenaria.

   El Año de San José se extenderá desde este martes 8 de diciembre hasta el 8 de diciembre del próximo año 2021. Está previsto que la Iglesia católica conceda indulgencias según una serie de condiciones establecidas por la Penitenciaría Apostólica.

   Por medio de un decreto aprobado por el Pontífice y firmado por el Penitenciario Mayor, Cardenal Mauro Piacenza, el Santo Padre ha constituido este Año de San José para conmemorar los 150 años del Decreto Quemadmodum Deus, por medio del cual el Beato Pío IX declaró a San José Patrono de la Iglesia.

   «Conmovido por las graves y oscuras circunstancias en que se encontraba la Iglesia, acosada por la hostilidad de los hombres, proclamó a San José Patrono de la Iglesia Universal», ha explicado el Papa en el decreto aprobado este martes 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

   Con la convocatoria de este Año de San José, el pontífice desea «que todos los fieles sobre su ejemplo (de San José), pueda fortalecer cotidianamente su vida de fe en cumplimiento pleno de la voluntad de Dios». En el decreto se lee: «Todos los fieles tendrán así la posibilidad de comprometerse, mediante la oración y las venas obras, en obtener con ayuda de San José, cabeza de la celeste Familia de Nazaret, consuelo y alivio de las graves tribulaciones humanas y sociales que hoy afligen al mundo contemporáneo».

   Para obtener la indulgencia plenaria, se deberán cumplir las condiciones prescritas por la Iglesia para tal efecto: confesión sacramental, comunión eucarística y rezar por las intenciones del Santo Padre.

  Las modalidades en las cuales se concederá la indulgencia plenaria en el Año de San José que comienza hoy son las siguientes: «Se concede la indulgencia plenaria a cuantos mediten al menos durante 30 minutos la oración del Padre Nuestro, o participen en un Retiro Espiritual de al menos una jornada donde se realice una meditación sobre San José». «Aquellos que sobre el ejemplo de San José realicen una obra de misericordia corporal o espiritual podrán igualmente conseguir el don de la indulgencia plenaria», añade el decreto.

  Para que todas las familias cristianas se sientan estimuladas a recrear el mismo clima de íntima comunión, de amor y de oración que se vivía en la Sagrada Familia, el Papa concederá la indulgencia plenaria «por el rezo del Santo Rosario en las familias y entre los novios».

   Y se especifica: «Se podrá conseguir la indulgencia plenaria a todo aquel que confíe cotidianamente sus actividades a la protección de San José y cada fiel que invoque con la oración la intercesión del Artesano de Nazaret para que, quien se encuentre a la búsqueda de empleo, pueda encontrar ocupación y que el trabajo de todos sea digno».

   «Se concede la indulgencia plenaria a los fieles que reciten las Letanías a San José (para la tradición latina), o el Akathistos a San José, entero o al menos una parte (para las tradiciones bizantinas), u otra oración a San José propia de otras tradiciones litúrgicas por la Iglesia perseguida ad intra y ad extra y para el alivio de todos los cristianos que padecen alguna forma de persecución», prosigue el texto.

   Del mismo modo, para reafirmar la universalidad del patrocinio de San José sobre la Iglesia, además de dichos motivos, la Penitenciaría Apostólica concede la indulgencia plenaria «a los fieles que reciten cualquier oración legítimamente aprobada o acto de piedad en honor de San José».

Os dejamos el enlace para la Carta Apostólica PATRIS CORDE, pincha aquí:



NON MEA VOLVNTAS SED TVA FIAT
REGINA SACRATISSIMI ROSARII, ORA PRO NOBIS!