Las Vocalías de Formación y Manifestaciones Públicas nos han preparado una nueva convocatoria, en este caso es la peregrinación a la sede canónica de la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad y Archicofradía de Nazarenos del Santísimo Sacramento, de la Pura y Limpia Concepción de la Santísima Virgen María, Santísimo Cristo de las Tres Caídas, Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Evangelista, Triana.
El motivo de esta peregrinación no es otro que nuestro querido Papa Francisco ha concedido a esta Hermandad la celebración de un Año Jubilar para conmemorar el 600 aniversario del origen, en Triana, de la Hermandad de la Virgen de la Esperanza.
Pero ¿de qué se trata?, ¿qué es un año jubilar?, ¿en qué consiste la celebración de un Jubileo? Un año jubilar es, ante todo, un tiempo de gracia que el Señor nos regala; es el año en que especialmente el Señor quiere ofrecernos su perdón y su misericordia, es el año de la remisión de los pecados, un tiempo privilegiado de conversión y vuelta hacia Dios, de penitencia y de alegría.
Es un acontecimiento de grandísima importancia y relevancia para todos, un hito en la varias veces centenaria historia de esta Hermandad, un gran regalo que toda la Iglesia, con el Papa ponen en nuestras manos. Por ello, todos debemos de trabajar para conseguir que el mayor número de personas pueda beneficiarse de las gracias espirituales de este Jubileo; este gran acontecimiento, regalo del Señor a la corporación trianera, ha de ser aprovechado al máximo para experimentar personal y comunitariamente la gracia y la alegría del amor y de la misericordia de Dios, raíz de nuestra esperanza. Por ello, lo peor que puede pasarnos es no aprovechar totalmente todo lo que el Espíritu Santo quiere hacer en nosotros y con nosotros, con motivo de este Año Jubilar, recuerdo y actualización de todos los beneficios espirituales que durante estos siglos de devoción nos han sido concedidos por el Padre mediante la intercesión de la Virgen María, a través de esta hermosa imagen de la Esperanza de Triana. La indiferencia, la desgana y la omisión, son pecados contra la esperanza, por lo que tenemos que aprovechar al máximo lo que se nos ofrece en este Año Santo, para que el paso del Señor por nuestra vida y por nuestra Hermandad deje la mayor huella de conversión, alegría y esperanza en nuestros corazones. La Hermandad debe ser consciente de la necesidad del trabajo y de la ilusión de todos para poder conseguir los objetivos de santificación y conversión del Jubileo, por medio de la imitación de las virtudes de la Virgen María, de la escucha de la Palabra y de la vivencia frecuente de los Sacramentos.
En definitiva, el Año Jubilar de la Esperanza de Triana es un acontecimiento único e irrepetible que no tiene otro objetivo que acercarnos a Dios.
La mayor gracia a obtener durante la celebración de un Año Jubilar es el don de la “indulgencia plenaria”, la cual es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos. El Jubileo es, por tanto, un tiempo de gracia que tiene como fin principal la renovación interior.
Para la consecución de la misma, la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede establece una serie de indicaciones que, debidamente cumplimentados, otorgan la buscada indulgencia, siendo necesario que el fiel:
-> Realice una peregrinación piadosa y allí se participe, sea individualmente como comunitariamente, de algún acto edificante para la vida espiritual en alguno de los templos determinados por el Obispo para ganarlas.
-> Se halle en estado de gracia.
-> Tenga la disposición interior de un desapego total del pecado.
-> Realice la confesión sacramental de sus pecados ante un sacerdote.
-> Reciba la sagrada Eucaristía participando en la Santa Misa.
-> Ore por las intenciones del Romano Pontífice.
El mensaje que nos ofrece la celebración de un Año Jubilar no es nada nuevo, es únicamente un recordatorio de lo que la Iglesia siempre ha enseñado: que Dios es misericordioso, que Él perdona, y que nosotros también debemos ser misericordiosos y perdonar al prójimo.
Pero en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje asume un nuevo enfoque poderoso, ya que, en definitiva, nos llama a una comprensión más profunda de que el amor de Dios no tiene límites y que está disponible a todo su pueblo, hasta al mayor de sus pecadores: “Cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi Misericordia”.
Si recordáis en octubre de 2013 ya acudimos a la Basílica de la Esperanza Macarena para obtener las gracias concedidas por el 50 Aniversario de la Coronación Canónica de la Esperanza Macarena. Ahora te proponemos y te invitamos a que acompañes a tu Cofradía para recibir las gracias por este Año Jubilar por VI Centenario de la Fundación de la Hermandad de la Esperanza.
Además hemos planificado un gran día de vivencias cofrades en la ciudad hispalense; así, a las 11:00 h. nos esperan en la Basílica del Stmo. Cristo de la Expiración "El Cachorro", donde visitaremos tanto la propia Basílica como el Museo de la Hdad. de El Cachorro, tendremos la oportunidad de rezar el Ángelus ante Ntra. Madre y Señora del Patrocinio, desde dicha Basílica nos dirigiremos a la Capilla de los Marineros, sede de la Hdad. del Stmo. Cristo de las Tres Caídas y Ntra. Señora de la Esperanza.
En la Capilla de los Marineros, participaremos de la Santa Misa y peregrinaremos para ganar el Jubileo por el VI Centenario de la Fundación. Terminado el Sacrificio Eucarístico, procederemos a visitar el Tesoro de la Hermandad y a la entrega de la credencial acreditativa de la peregrinación.
La tarde la tendremos libre hasta la hora de regreso a Baeza, donde siempre nos podemos encontrar ensayos de bandas, costaleros, visitas a distintos templos pues son fechas en las que se realizan multitud de cultos de las distintas corporaciones penitenciales.
El precio de esta jornada es de 20 €, en el precio va incluido el viaje de ida/vuelta, el desayuno, la visita a El Cachorro y al Tesoro y credencial del Jubileo de la Esperanza de Triana.
NON MEA VOLVNTAS SED TVA FIAT
REGINA SACRATISSIMI ROSARII, ORA PRO NOBIS!
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